«Si me amas, vas a dejar de hablar con X»; «me pidió la prueba de amor»; «es muy celoso(a) porque me ama»; etc. ¿Cuántas veces no hemos escuchado estas frases hasta llegar a normalizarlas, e incluso burlarnos de ellas? Si bien es un día para festejar el amor -y la intención de este artículo no es arruinarles el día-, es crucial detenernos un poco para observar las realidades que llegan a confundir el amor aparentemente romántico con el abuso. Sólo por mencionar algunos datos acerca de nuestra región y de México:
En Latinoamérica…
- …2795 feminicidios han sido registrados en 23 países de la región; en la mitad de los casos, el autor del crimen había sido un familiar o compañero sentimental. [1]
- …América Latina es el lugar más letal para ser mujer, sin incluir las zonas de guerra. [2]
- …80% de los jóvenes latinoamericanos, según una encuesta juvenil de OXFAM, considera la violencia machista como algo «normal». [3]
En México..
- …en 18 de las 32 entidades federativas, equivalente al 56% del territorio nacional, se encuentra formalmente declarada la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres. [4]
- …9 mujeres son asesinadas diariamente, lo que ha dado números de 3.430 durante el año 2017. Sólo 760 se investigaron como feminicidio. [5]
- …al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente de violencia; y 41.3% de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual. [6]
Este frágil panorama acerca de la violencia de género no puede ser invisibilizado. La situación es seria en América Latina, sobre todo si partimos de los elementos teóricos básicos que conceptualizan al género como una construcción social que determina «funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres» [7]. Los sistemas que se construyen a partir del género son institucionalizados a través de mecanismos sociales, económicos, políticos, culturales, y/o legales. Por ello, las manifestaciones de la violencia de género, van más allá de los ataques físicos -considerados como los más graves-, psicológicos, y culturales hacia la otra persona; ésta incluye cuestiones estructurales, conocidas como aquéllas relacionadas con los procesos de estratificación económica, política y social cuyos mecanismos deberían permitir la libertad y el desarrollo de un individuo.
La violencia de género en América Latina ha sido denunciada por distintos colectivos y organizaciones. Una campaña con gran alcance durante el año 2017 fue #niunamenos. El feminicidio de la joven argentina Lucía Perez, despertó las voces de la población en diversos países quienes demandaron en las calles más acciones en contra de los feminicidios. En el caso de México, por ejemplo, han habido campañas de influencers como #Yonocierrolosojos durante el año 2017; además de la implementación nacional de la campaña ÚNETE en 2015 durante la cual la Organización de Naciones Unidas llevó a cabo 16 días de activismo por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las niñas. Diversas organizaciones no gubernamentales han organizado colectivos que buscan -a través de investigación, injerencia políticas y/o acciones prácticas- la prevención y apropiada legislación de la violencia de género
A nivel global, existen iniciativas, no sólo de sociedad civil, sino también de 
Poco a poco, México ha buscado mejorar la situación de violencia causada bajo sistemas de género. El Foro Económico Mundial reportó que los índices referentes a la brecha de género han mejorado la posición mexicana del lugar 81 al 50 [7]. También se han reforzado las legislaciones sobre el tema; sin embargo, queda un camino por recorrer. Por un lado, se debe mejorar la aplicación de las mismas leyes en contra de la violencia de género cuya implementación aún es escueta. Aún más importante, es reconocer que la violencia de género incluye diversas capas que surgen desde las esferas societales más pequeñas, como los roles dentro de las familias. No es una coincidencia la popularidad del dicho: «el machismo comienza en casa».
Existe otro factor que se sigue descuidando: no sólo se trata de empoderar a las mujeres, sino de deconstruir los elementos conocidos como machistas en virtud de que dañan el tejido social. También de debe manejar con cautela que los movimientos feministas promuevan las tan necesarias ideas acerca de la equidad; ello sin degenerar el valor de los varones. Es crear conciencia sobre la dignidad que merecemos, así como la posibilidad de alcanzar nuestro máximo potencial. Dichos elementos de dignidad, respeto, e inclusión que favorecen el desarrollo social entre hombres y mujeres son claves para generar relaciones sociales que reflejen amor hacia el otro por el simple hecho de nacer.
[1] Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2018). CEPAL: Al menos 2.5795 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 23 países de América Latina y el Caribe en el 2017. Fecha de búsqueda: 14 de febrero de 2019.
[2] ONU Mujeres (2018). Hechos y cifras: Acabar con la violencia contra mujeres y niñas. Fecha de búsqueda: 14 de febrero de 2019.
[3] OXFAM (2018). Informe Rompiendo Moldes: transformar imaginarios sociales para eliminar la violencia contra las mujeres págs. 54,55.
[4] Comisión Nacional para Erradicar y Prevenir la Violencia contra las Mujeres (2018). Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres. Fecha de búsqueda: 14 de febrero de 2019.
[5] Organización Mundial de la Salud. Género. Fecha de búsqueda: 14 de febrero de 2019.
[6] Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2016). Encuesta Nacional sobre la Dinámica de los Hogares 2016. págs. 23-24.
[7] Expansión. (2018). México reduce su brecha de género durante 2018, según el WEF. Fecha de búsqueda: 14 de febrero de 2019.
Vociferante 